Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid en 1989. Desde 1995 imparte clases de Dibujo y Pintura en su taller de artes plásticas Estudio 25 de Madrid. Además de pintar obra propia, es copista oficial autorizado del Museo del Prado.

 

Guillermo Monetro  Copsita del Prado Estudio 25 © Guillermo Montero Copista del Prado – Estudio 25

 

E: Ser Copista del Prado es una especialización y un acto de valentía enorme, ¿cómo te iniciaste en ese campo?

G: Mi primera referencia de los copistas es la de un tío abuelo que pintó en el Prado, pero la enseñanza del dibujo y la pintura ha influido definitivamente en mi manera de percibirlos. La admiración hacia los maestros del pasado y el reto de conseguir acercarte a sus obras mediante tus conocimientos me decidió a intentarlo, y bueno, la posibilidad de vender alguna copia también ayudó.

E: Pintar in situ en el Prado, delante del cuadro, no es como estar en tu estudio de arte al que puedes acudir a cualquier hora, en cualquier momento. ¿Cómo organizas las sesiones de pintura y sobretodo, es cómodo estar pintando allí, rodeado de visitantes?

G: Lo primero que te dicen en la oficina de copias del museo es que no pintas en tu estudio, que tienes que observar y respetar unas normas. Pintas en un espacio público y tienes que limitar tus movimientos y extremar la limpieza. Los visitantes del museo son más importantes que tú y pintar en el Prado es una concesión, un permiso.

Mis sesiones de trabajo son por la mañana, de tres horas y media con algún descanso. En ocasiones es incómodo estar rodeado de muchas personas que no siempre tienen una gran educación, pero también es agradable conversar con gente que viene de lugares remotos y se interesa por tu trabajo.

E: Realizar una copia de una obra del Prado requerirá mucho tiempo… ¿Cuánto tardas en hacer una copia? Por ejemplo el bodegón de Zurbarán.

G: El permiso para copiar es de seis semanas ampliables a ocho. Durante ese tiempo, de lunes a jueves de 10 a 18 h. puedes pintar. Para mí, es importante terminar la copia en el museo, no en el estudio. Es habitual que queden matices por conseguir, pero entiendo la copia como una interpretación. El cuadro de Zurbarán «Bodegón con cacharros» me llevó seis semanas.

E: Cuando pintas, ¿utilizas la misma técnica pictórica y tamaño de la obra original?

G: Me gusta leer sobre las obras y sus autores y conocer detalles sobre ellas. Suelo respetar el soporte del original y preparar por mí mismo las telas o las tablas. Ayudado de una cuadrícula, hago el dibujo. Comienzo pintando al temple con algo de aceite y termino el cuadro al óleo. Cuando copio una obra fuera del museo respeto escrupulosamente las medidas, pero si es en el museo hay que variar en al menos 5 cm. las medidas originales, hasta un máximo de 130 cm.

E: ¿Cómo consigues adaptarte al estilo de pintores tan distantes en historia y estilo como Zurbarán, Ribera, Vermeer, Patinir, Giotto, etc.?

G: Copio cuadros que me gustan, que admiro, pero a fin de cuentas cuando copias modificas tus maneras, pero nunca dejan de ser tuyas. Intentas acercarte a los originales, pero solo tienes tus conocimientos. Creo que muchos aspectos del estilo o formas de pintar no se pueden racionalizar hasta el punto de poder explicar cómo has llegado a ese resultado, la superficie final del cuadro es sólo una parte del trabajo, muy importante, pero una más. Es interesante observar cómo trabajan otros copistas, sobre todo al principio, al encauzar el trabajo. Es ilusorio creer que alguien ha conseguido el estilo de tal o cual pintor solo con observar y copiar un cuadro, pero sí podemos modificar nuestra manera para llegar a un resultado.

E: En estos dos años como copista del Prado ¿Cuántas copias has realizado hasta ahora y aunque suene tópico, cuál es la que destacarías?

G: En estos dos años he copiado cuatro cuadros. El primero de ellos, «San Jerónimo penitente» de Ribera, es el elegido por dos motivos: la pintura de este autor me gusta especialmente y el resultado me convenció para continuar. La verdad es que estaba nervioso pintando el cuadro con todo el lío del museo a mi alrededor, pero el caso es que lo pinté y eso me dio confianza para seguir.

 

Hay que añadir que Guillermo, además de realizar un fantástico trabajo pictórico, publica en redes sociales y youtube. Nos enseña el proceso de la copia desde el dibujo previo o encaje, pasando por todas las sesiones de mancha y pintura hasta finalizar la copia. Ese es un valor añadido y un trabajo que agradecemos.

Compartimos aquí el enlace a uno de los vídeos de Guillermo, «Copia de bodegón con cacharros (hacia 1650), de Francisco de Zurbarán (1598 – 1664). Museo del Prado»

http://www.youtube.com/watch?v=L-4dhoOZurI&feature=share&list=PLUDbxIdoLeu3xZy4gpC-nZoNs3FkWdyp6

 

También se pueden ver sus trabajos en:

https://es-es.facebook.com/copista.del.museo.del.prado

http://copistadelprado.webcindario.com/