El retrato puede suponer un ejercicio muy difícil debido a que el tema requiere una alta fidelidad al modelo y las limitaciones de nuestras habilidades pueden hacerse más evidentes y producirnos frustración y desmotivación.

Sin embargo, no debemos temer estas dificultades y disfrutar de lo que supone la representación plástica de una personalidad, de un ser con unas características físicas muy concretas, que hacen del retrato un género muy divertido e interesante trabajando el volumen, el color de la piel, la expresividad de los ojos, la naturalidad, la proporción.

Para los alumnos de los grupos Benjamín y Juvenil, es un buen ejercicio realizar el retrato de sus compañeros, no solo por el aprendizaje artístico sino también para fomentar la cohesión y aprender a describir mediante el dibujo a las personas que tienen cerca y conocerlas un poco mejor.

Es muy distinto trabajar el retrato de foto que del natural. Habitualmente nos cuesta trabajar del natural, porque no tenemos modelo disponible o queremos dar una sorpresa. El retrato lo contemplamos como algo muy especial y muy difícil, pero ahora vamos a demostrar con ejemplos de alumnos que no es así del todo, ya que hay muchas maneras de retratar y no tenemos porqué proponernos a hacer un Velázquez, no se trata de eso (aunque Velázquez sea un genio y aprendamos de él como de todos los grandes artistas). Nosotros podemos hacer bonitos retratos de una manera muy espontánea y con resultados tan buenos como estos, realizados con lápices de colores.